Manifestación del 19J en Jerez, NO al pacto del euro.

lunes, 20 de junio de 2011

Ayer, 19J, la convocatoria de Democracia Real Ya y el 15M fué un éxito en toda España, Jerez no se quedó atrás y  una manifestación como no se recuerda recorrió el centro de manera pacífica, festiva. Más de tres mil personas según los medios de comunicación, casi 5.000 en los momentos más álgidos. Los agoreros que pronosticaron y incluso dieron la noticia del fracaso de la convocatoria tuvieron de nuevo que callar, ayer y hoy, las primeras páginas, los editoriales y los titulares no han podido ocultar ese nuevo éxito de los ciudadanos autoorganizados. Esta ciudadanía volvió a demostrar de nuevo que está harta y que exige cambios, cambios en el sistema político y en el económico, un comunicado leído antes y después de la multitudinaria manifestación concretaba estos extremos, lo reproducimos en su totalidad.




COMUNICADO DE DRY CADIZ CON EL QUE ABRIREMOS LA MANIFESTACIÓN DEL 19J
Hola a todos y todas, 

El pasado 15 de mayo, vio la luz algo muy importante. El hartazgo ciudadano salió de su escondite y se lanzó a la calle. Desde ese día, miles de personas nos hemos ido vinculando y llenando nuestras plazas diciendo muy alto y muy claro que los ciudadanos no somos mercancías en manos de los políticos y los banqueros. 

Hoy, volvemos a tomar las calles en más de 55 ciudades para añadir a nuestra indignación un NO claro y rotundo al Pacto del Euro. Y así nos vamos a manifestar ahora reivindicando una “Europa para los ciudadanos y no para los banqueros y los mercados, como pretende dicho pacto. 

Pero hoy, también salimos a la calle para mostrar, para hacer ver, algo todavía más importante.  Este sistema enfermo y caduco nos intenta imponer la idea de que los intereses de los grandes poderes económicos y financieros están por encima de ti, por encima de mi, por encima de todos nosotros. “Había que rescatarles”, nos dijeron, con el dinero de todos los ciudadanos. Y una vez que taparon con nuestros miles de millones su propia crisis sin ningún sonrojo, ahora, nos  piden sacrificios. Nos imponen recortes. Nos quitan derechos sociales y se apoderan de servicios públicos para seguir llenado sus lucrativas arcas privadas. Nos quieren llevar a la mera supervivencia mientras ellos se largan a colocar millones de euros a los paraísos fiscales. Y todo ante la inacción de los gobiernos que supuestamente tenían que protegernos y gobernar por y para la mayoría.

Su trampa parecía perfecta. Nos han impuesto durante décadas valores tales como el egoísmo, la insolidaridad y el individualismo a ultranza porque son los valores que a ellos les interesaba y les beneficia. Porque son los valores que les permite a ellos hacerse con todo el pastel.

Pero esto se acabó. Algo ha sucedido en estas últimas 5 semanas. La sociedad civil ha despertado. Una ola de conciencia está recorriendo nuestra calles y comienza a extenderse por el resto del mundo. “Vamos despacio porque vamos lejos”, decía una de las cientos de pancartas que han inundado nuestras plazas en estas últimas e inolvidables semanas. 

Y no puede expresarse de mejor manera: estamos tan convencidos de que el futuro nos pertenece, que no tenemos ninguna prisa. ¡Se va a conseguir! Y si estamos tan seguros es porque sabemos,que  lo que está ocurriendo no es una moda pasajera, no es una ideología al uso, no es el delirio de un puñado de idealistas soñadores. Es conciencia. Es la conciencia social que está despertando y que sabe, de sobra, que otro mundo es posible porque así lo queremos la inmensísima mayoría de los seres humanos. 

Tenemos la razón y tenemos el futuro. Y para ello contamos además con una irresistible fuerza, con un arma invencible: nuestra resistencia pacífica. Porque frente a nuestra resistencia pacífica, ellos no tienen nada que hacer. Frente a nuestra no-violencia activa, sus métodos, sus abusos, sus mentiras, sus manipulaciones quedan y quedarán en evidencia.

Por eso, si nos provocan, si se infiltran, si atisbamos el menor signo de violencia, alzaremos nuestras manos y les mostraremos nuestra invencible indefensión. No hay que hacer  nada más. La energía de un ser humano consciente y pacífico les pondrá en ridículo ante  el mundo. Y su fantástico montaje, aún apuntalado con todo el dinero del mundo, se desmoronará como castillo de naipes. 


Es nuestra hora. Es el momento. Adelante, marchemos pacíficamente. Y disfrutemos de una jornada más en la que la ciudadanía, por fin, está escribiendo su propia historia.


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