Attac Jerez
Lo leí en algún artículo mientras en una sala de espera esperaba, claro, a que mi mujer le hicieran una revisión de los caninos, sin bromas que os conozco. En la revista, un curtido militar de esos que ahora han montado empresas que llevan los misiles tomahawk como si fueran de Telepizza decía una frase de esas incostestables, "al final la guerra sólo la puede ganar la infantería". Salvando las distancias que son siderales y analizando el proceso del 15M desde Attac como una especie de batalla, vemos que una parte se libra desde un montículo donde está el puesto de mando semienterrado en las trincheras pero bien comido y informado, elaborando inmaculados proyectos estratégicos de batalla, dotando a los mandos de magníficos y sesudos dossieres donde se explican los motivos reales de la guerra y se analizan con mucha profundidad y erudición sus posibles proyecciones futuras además dotan a los soldados de arengas con las que éstos deben salir al campo de batalla ardorosos y envalentonados, con furor guerrero, dispuestos a darlo todo por sus ideales. Poco después de que los generales hayan entregado sus planes y arengado al ejercito se vuelven a sus trincheras donde les espera el portátil conectado via satélite donde pueden ver entre mapa y mapa en visión nocturna la última presentación de Beyoncé.
Esta no es mi guerra, mi guerra es de reclutar soldados por sus convicciones y valentía, por su implicación y preparamiento, para crear un cuerpo capaz de dar los cañonazos cargados de consignas e ideas en las bases de las columnas que mantienen su tinglado en pié, aunque como dijo Salomón (el de las columnas) esto supusiera daños colaterales, como serían la pérdida de puestos de trabajo eternos en estas instituciones (en su caso los miembros del gobierno Filisteo). Luego, una vez derruido el cuartel general, avanzando con esa elite del ejercito entre versos de Cernuda y Juan Ramón Jiménez, citas de Saramago o de Sabina y blandiendo como bayonetas los contratos de hipotecas firmados ante notario echar a esos mercaderes del templo sagrado de la justicia social hacia los barrancos que dan al mar rodeados de manadas de cerdos que les acompañan por hacerles compañía nada más y por si les queda algun poder y se les cae algo.
Pues todo este rollo para decir que los generales deben bajarse de sus vigilantes puestos de mando y bajar a primera linea, porque aunque estos son imprescindibles tienen que saber que sin infantería no hay posibillidad de éxito en nuestra misión. Éste ejército debe ser eficaz y util, disciplinado porque también debemos tener claro que la disciplina es fundamental, tanto como el asamblearismo y la participación, pero que lo fundamentel de verdad es que seamos más que ellos y mejor organizados, y que los grandes profetas estén siempre dispuestos a mojarse de barro las polainas y pintar con espray alguna pancarta. "Attac en el 15M".
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