Manifiesto Attac España 2011


PROPUESTA DE  MANIFIESTO DE ATTAC MADRID PARA LA ASAMBLEA DE ATTAC ESPAÑA

Mayo 2011


A partir de los años 70 hemos entrado en una nueva etapa del capitalismo: un proyecto de supresión sistemática de toda clase de límites a las actividades del capital. Sus métodos son bien conocidos: mercantilización generalizada, libertad de acción a gestores e inversores y ampliación a la totalidad del planeta del carácter de terreno de caza de las empresas transnacionales.

Como efecto de los mecanismos neoliberales, en el año 2007 estalló la crisis financiera que hoy afecta a todos los ámbitos de la vida social, económica, política y cultural poniendo en evidencia la enorme capacidad de contagio que tienen las finanzas cuando se impone la mercantilización del mundo.

Attac, desde su nacimiento, viene denunciando el descontrol premeditado que ha propiciado este desastre, identificando a sus víctimas, a sus responsables y beneficiarios y proponiendo alternativas que entonces hubieran contribuido a impedirla y que hoy, junto a otras propuestas de los movimientos sociales, consideramos que son imprescindibles para evitar su amplificación y  repetición y para hacer posible la transformación de un sistema injusto.

Las grandes corporaciones empresariales globales y los fondos de inversión y alto riesgo, a través de sus imposiciones a los gobiernos dóciles, o abiertamente cómplices, y con el apoyo de sus organismos de gestión y control mundial (OMC, BM y FMI, entre otros) de sus centros de asesoramiento académicos y de sus agencias de calificación de riesgos, siguen ejerciendo una presión insoportable sobre las poblaciones de todo el mundo para aumentar sus beneficios,  consolidar sus privilegios y reforzar su poder.

Es la dictadura de los llamados “mercados financieros”.

La gravedad de la crisis les obligó a manifestar inicialmente la necesidad de algunos ajustes para salvarse, pero rápidamente han recuperado la iniciativa, contraatacando con medidas antisociales que desamparan a la ciudadanía echando sobre sus espaldas los costes de la crisis y profundizando las desigualdades. Socializar las pérdidas y privatizar los beneficios es su principio  irrenunciable.

En la Unión Europea vivimos la perversión de la democracia y su reemplazo por procesos electorales viciados por una suplantación mediática y empresarial, que  lamentablemente  lleva a la abstención ciudadana y a la devaluación de la política, que es considerada algo ajeno a  la ciudadanía, a la que se le pide su adhesión a decisiones tomadas por instituciones fuera de cualquier control democrático como la Comisión Europea, el Banco Central Europeo o el Tribunal de Justicia de la UE, y no se le dejan espacios reales de participación democrática. La abstención electoral es la expresión de esta impotencia y  la respuesta a la construcción de una UE que ha convertido Europa en un privilegiado espacio para las finanzas, que da absoluta prioridad al euro y obliga a una adhesión acrítica y dócil a sus directivas.

El mundo que nos quieren imponer no es nuestro mundo. El capital financiero exige una urgencia suicida, un crecimiento ilimitado, la ruptura de los vínculos sociales y la depredación de la naturaleza. La codicia  del capitalismo está agotando los recursos naturales y saturando la capacidad de los sumideros por encima de la capacidad de regeneración de la propia Naturaleza.. El modelo de vida y consumo dominante no sólo produce desigualdades enormes sino que  supone una amenaza para el planeta como nunca antes se había presentado. Es por eso que la crisis es sistémica: alimentaria,  climática, energética, de cuidados y de valores.

El capitalismo neoliberal tiene como un objetivo monetizar todos los aspectos de la vida humana. La ideología de la llamada sociedad del bienestar ha puesto en el centro de la realización individual la búsqueda obligatoria de la riqueza material y la sumisión de todas las relaciones sociales a los imperativos del consumo. En el actual ciclo histórico en el que la participación del salario en la riqueza disminuye, a la alienación de los/as asalariados/as se suma –y, en parte, se sustituye  por– la alienación de los endeudados e hipotecados. El tipo de interés, un arma de destrucción masiva en manos de los especuladores, es una nueva cadena que ata a las grandes mayorías a los intereses del capital.

Las privatizaciones de bienes y servicios públicos  y comunes, nos hurtan la capacidad de decidir colectiva y democráticamente sobre el uso y disfrute de los mismos, atendiendo a criterios de igualdad y de sostenibilidad generacional.

El fomento del endeudamiento sin control favorece la búsqueda unilateral de rentabilidades financieras a corto plazo, trata de convertir en cómplices a quienes somos víctimas, hipoteca nuestro futuro y el de nuestros hijos y agrava la miseria de los habitantes de los países empobrecidos.


La liquidez financiera desmedida sin unos límites definidos por las necesidades reales y el movimiento sin regulación de los capitales financieros favorece la inestabilidad económica y financiera y eleva el riesgo global de crisis a niveles intolerables.

La existencia de unas finanzas opacas que se aprovechan de los paraísos fiscales priva de recursos a sociedades enteras que podrían utilizarlos para cubrir sus necesidades básicas.
La disolución de las fronteras entre lo público y lo privado alimenta una corrupción impune que envilece a las sociedades y pervierte la política en su papel de insustituible instrumento de acción ciudadana.

Attac continúa luchando por desarmar a los mercados financieros, lo que supone una prioridad para devolver el poder de decisión a la ciudadanía.
Somos un movimiento internacional que ofrece a la ciudadanía un espacio de reflexión y debate democrático  y que impulsa la acción política transformadora de una realidad que no aceptamos como inevitable.

Somos parte de los movimientos sociales que a nivel mundial y local luchan por hacer posible otro mundo centrado en  la emancipación social en respetuosa convivencia con la naturaleza.

Attac es una asociación independiente, no jerarquizada, que no depende de ningún grupo de poder ni organismo público, que se financia  con las cuotas y aportaciones de sus asociados y asociadas, ni busca gobernar.

Concebimos nuestra actividad de educación popular y movilización social como parte integrante de la acción política de una ciudadanía plural y rebelde que expresa sus anhelos de libertad, igualdad y solidaridad y que se propone construir un mundo que todos los seres humanos podamos habitar dignamente.

A lo largo de estos 10 años hemos profundizado y ampliado nuestras propuestas iniciales en defensa de un orden mundial alternativo,que hoy se sintetizan en:

1.- Recuperar y ampliar los espacios perdidos por los ciudadanos en beneficio exclusivo del poder financiero mediante el ejercicio real de la democracia y la intervención ciudadana.

1.- Exigir la regulación de los movimientos de capitales, aplicando un impuesto a las transacciones financieras (ITF), la eliminación de los paraísos fiscales y la transparencia en los negocios y la gestión pública como medios de lucha contra la especulación y que nos dote de los recursos necesarios para erradicar la pobreza y reducir las desigualdades a nivel mundial.

2.- La defensa de lo público: bienes y servicios públicos, así como un sistema público de pensiones. El reconocimiento de los bienes comunes de la humanidad como el agua, la educación y la sanidad. No a las privatizaciones.

3. Impuestos progresivos, que garanticen los bienes y servicios públicos y que contribuyan a redistribuir la riqueza; particularmente los impuestos a las rentas del capital y al patrimonio, eliminando los privilegios de unos pocos.

4- La creación de una fuerte banca pública que dedique sus recursos a fomentar la actividad productiva que genere bienestar colectivo y garantice a todos los trabajadores y trabajadoras  unas condiciones de trabajo dignas.

5.- La inmediata condonación de la deuda de los países empobrecidos y el uso de esos recursos para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.

6.- La prohibición de realizar operaciones especulativas en mercados de bienes y servicios básicos.

7.- La implantación de una renta básica universal.

8.- La penalización y persecución de la corrupción: la exigencia a los gobiernos de hacer justicia contra los individuos y entidades que han puesto, y ponen, en riesgo la estabilidad económica de los países por intereses  particulares.

9.- Una Agencia Europea Pública de calificación de riesgos que evalúe la deuda pública y privada con transparencia e imparcialidad.

10.- Un comercio, basado en la cooperación al servicio de las necesidades básicas de la población mundial, de una distribución justa de la riqueza y respetuoso con el medio ambiente.

En definitiva, queremos convocar a cuantos deseen sumarse e incorporarse a las acciones cívicas que promoveremos desde Attac para aportar a las múltiples redes locales, nacionales e internacionales nuestro grano de arena en la lucha por un mundo mejor.
Este llamamiento se inscribe dentro del espíritu de la Declaración de los Derechos Humanos proclamada por la ONU en 1948, que reafirma la legitimidad del “supremo recurso a rebelarse contra la opresión”, ya que la ciudadanía tiene hoy tanto el derecho como el deber ético de ejercitar su resistencia contra la dictadura de los mercados.
Se trata, sencillamente, de apropiarnos juntos del porvenir de nuestro mundo.






 
 
 

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