Attac Jerez
Aunque del 19-J ya se ha dicho, escrito y leído casi todo, en el seno de este Grupo Local de ATTAC Andalucía en Jerez hemos realizado recientemente un análisis de este acontecimiento, en general y con relación a su desarrollo en nuestra ciudad, que nos sentimos en la obligación de compartir.
De entrada coincidimos en que, más allá de las cifras de la movilización, el 19-J ha sido un éxito también en términos cualitativos. Y ello en dos sentidos.
En primer lugar porque las manifestaciones se han caracterizado por su extraordinaria pluralidad, por la reunión de múltiples sectores ciudadanos que comparten su hartazgo ante las insuficiencias de nuestro sistema político, ante la falta de transparencia de las instituciones democráticas y ante la evidencia de que los costes de la crisis vuelven a imputarse exclusivamente a los sectores sociales más vulnerables. Más específicamente, se ha producido por primera vez en muchos años la confluencia de gente vinculada a prácticamente todos los ámbitos de la izquierda. Ha sido una presencia a título personal, sin pretensiones de representar a unas u otras organizaciones, e incluso evidenciando actitudes críticas frente a la ejecutoria reciente de algunas de esas organizaciones. En todo caso, creemos que ha quedado demostrado que este movimiento puede ser un punto de arranque para un proceso de convergencia de quienes no nos resignamos ni ante la pérdida de credibilidad de las instituciones democráticas ni ante la carrera triunfal de las políticas neoliberales en Europa y en el mundo. Habrá que vencer muchos recelos mutuos que harán que esa convergencia sea un proceso lento y que incluso pueden abortarlo. Pero estamos convencidos de que con el tiempo se hará patente su necesidad.
El 19-J ha sido también un éxito cualitativo porque ya ha cosechado un logro fundamental: ha colocado sus propuestas en el centro de la agenda pública. Es evidente que esas propuestas se hallan todavía sujetas a un denso proceso de maduración. Pero no es menos cierto que hoy ya se han constituido en un centro prioritario de atención de todos los actores políticos, sociales, institucionales y mediáticos, de entre los cuales algunos de los más influyentes están modulando abiertamente su discurso en busca de puntos de conexión con este movimiento.
Un aspecto que nos parece singularmente destacable en todo este proceso es su aportación de elementos radicalmente novedosos en la dinámica y en los métodos que hasta ahora venían siguiendo los movimientos sociales y organizaciones tradicionales, basados en la secuencia Deliberación-Decisión-Movilización. Ahora en cambio estamos en un escenario mucho más fluido y multilineal, en el que se solapan y se nutren mutuamente procesos de discusión, decisorios y de movilización, que se generan en un entorno descentralizado, pero no caótico, porque al mismo tiempo surgen mecanismos de autoajuste y reequilibrio que filtran, modulan y seleccionan formas y contenidos de la acción. Así se ha demostrado en el aislamiento de los elementos que podían conducir al callejón sin salida de la violencia, o en el desmarque con respecto a la iniciativa de convocatoria de un referéndum para el 15 de octubre, considerada poco consecuente con el núcleo principal de propuestas.
En estos mecanismos de autoajuste se expresa, a su vez, la estructura subyacente de este movimiento. Una estructura desjerarquizada y horizontal, pero que hasta el momento se está revelando muy capaz de mantener en equilibrio las relaciones internas entre personas y organizaciones, y de encauzar las dinámicas asamblearias de base.
Sin duda gran parte del éxito de este proceso radica en el hecho de que se aglutina mucho más en torno a consignas y causas de indignación que en torno a programas ampliamente articulados.
Sin embargo coincidimos en que ineludiblemente debe abrirse un amplio proceso deliberativo que contribuya a una mayor depuración de las propuestas. Este proceso puede proporcionarle a este movimiento bases políticas más firmes, al mismo tiempo que hará afrontar el reto de cómo gestionar la emergencia de focos y posiciones discrepantes, que hasta ahora no se han puesto de manifiesto, al menos hasta el punto de poner en riesgo la unidad de acción.
Estamos, en todo caso, ante una exigencia derivada de las expectativas que se han suscitado. Pero, a pesar de que la dinámica de movilizaciones sigue su curso, no es ésta una cuestión que esté siendo ignorada. Contrariamente, desde el 19-J se ha constituido en la parte medular del proceso de estructuración interna del Movimiento 15-M, en torno al núcleo motor original del que emergió la plataforma Democracia Real Ya.
En otro orden de cosas, hemos valorado muy positivamente la coincidencia en el tiempo de la formación del Grupo Local de ATTAC y la expansión del Movimiento 15-M en Jerez. Tal como ya hemos comentado en un artículo anterior, el 15-M nos ha proporcionado el mejor caldo de cultivo imaginable. Tras varios meses de lenta gestación, de pronto nos hemos visto gratamente asaltados por un crecimiento acelerado del Grupo, visible en la integración en su núcleo de un buen número de personas procedentes de distintos ámbitos, y en los positivos indicadores de impacto público de nuestros canales de comunicación abiertos en Internet.
Por último, creemos tener rezones para afirmar que hemos generado rápidamente una imagen muy positiva de ATTAC en el seno del Movimiento 15-M en Jerez. Una imagen labrada con la implicación personal en sus diferentes comisiones de varios miembros de nuestro Grupo, y materializada en la extendida percepción acerca de ATTAC como organización portadora de un discurso firme, en línea con el núcleo principal de propuestas que han suscitado esta gigantesca y esperanzadora movilización ciudadana.
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